El estudio del Estado, la administración y la vida política en la sociedad colonial de la Nueva Granada revela la compleja maquinaria que la monarquía hispánica implantó en América para controlar, organizar y explotar sus territorios.
Este aparato, centralizado en la figura del monarca, funcionaba bajo una lógica de centralismo, reglamentarismo e intervencionismo, lo que implicaba que las decisiones importantes se tomaban en la península ibérica y debían ser obedecidas sin cuestionamientos en las colonias.
En el caso de la Nueva Granada, que inicialmente dependió del Virreinato del Perú y más tarde adquirió su propio virreinato (1717, restablecido en 1739), la administración se estructuraba siguiendo modelos metropolitanos, pero adaptados a las particularidades geográficas y sociales de la región.
Objetivos Principales del Modelo Administrativo
- Control político: garantizar la obediencia al rey y la estabilidad interna
- Explotación económica: extraer metales preciosos, productos agrícolas y tributos
- Evangelización: integrar poblaciones indígenas y mestizas al sistema colonial